Depresión y ansiedad con esclerosis múltiple
Inicio el escrito explicando que la ansiedad y la depresión no son lo mismo. La ansiedad está relacionada con la preocupación que tienen las personas en relación a su futuro y produce que pensemos en acontecimientos posibles que no han pasado todavía. La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza en el presente. La ansiedad puede presentarse como un síntoma de la depresión. La depresión puede desencadenar un trastorno de ansiedad generalizada.
En la ansiedad predomina el miedo, la angustia y genera un estado de alerta, sin embargo, en la depresión la emoción prevalente es la tristeza. En la depresión predomina el decaimiento anímico, baja autoestima y perdida de interés por todo. Es posible que alguien pueda experimentar depresión y ansiedad al mismo tiempo. Entre un 50% a un 90% de personas que sufren depresión presentan síntomas de ansiedad. Cuando ambos coexisten los síntomas pueden ser severos y más duraderos de lo habitual. Los síntomas de trastorno neuropsiquiátrico son comunes en pacientes con EM y tiene implicaciones importantes para el funcionamiento de la persona y su calidad de vida. Los principales trastornos en pacientes con esclerosis múltiple son la depresión y la ansiedad.
Las personas con un diagnóstico de una enfermedad neurodegenerativa enfrentan cambios físicos y cognitivos. Por esta razón sufren cambios en sus estados de ánimo y en sus comportamientos. Estas alteraciones que ocurren en su sistema pueden llevar al paciente a sentirse deprimido. La depresión puede ser causada por la propia condición porque ocurren cambios en el sistema inmune. Estos trastornos son causados porque la enfermedad por error comienza a atacar al propio cuerpo y al hacerlo va afectando sus propias células y órganos. Lamentablemente esto es lo que enfrenta un paciente con un diagnóstico crónico, por tal razón, experimentar ansiedad en el proceso es muy común. Los efectos como el deterioro cognitivo y la discapacidad física, pueden ocasionar depresión. Ciertos síntomas aumentan la ansiedad de un paciente como el dolor crónico y la fatiga constante.
Cuando se tiene esclerosis múltiple es común sufrir de trastornos depresivos y de trastorno de ansiedad generalizada. Es importante que seamos sensibles ante estos temas porque afectan el estado de salud y vida de quien lo padece. Estos síntomas se tienen que atender de manera responsable y nunca deben ser ignorados. Los pacientes con EM sufren de temores y aprenden a convivir con una enfermedad que produce muchos cambios. Los ajustes y los retos presentados diariamente pueden ser desafiantes. Una persona con una condición autoinmune cambia sus rutinas y modifica sus estilos de vida constantemente. No es fácil enfrentar tantos ajustes y esto puede ser razón suficiente para sentirse ansioso.La depresión puede sufrirse durante un tiempo largo, puede durar semanas o meses. Las manifestaciones pueden incluir sentimientos de tristeza y culpa. Es normal sentir pérdida de interés por las cosas que nos gustan hacer. Lo podemos ver reflejado a través de descuido del aspecto físico, la baja autoestima o del aislamiento social. La depresión afecta el ámbito personal en las relaciones familiares. Por otra parte, la ansiedad, trae consigo la sensación de pánico y pérdida del control en situaciones del diario.
Es completamente normal que después de un reciente diagnóstico sea cuando mayor se enfrenten estos problemas y con más frecuencia. Esto ocurre porque son sentimientos nuevos, los cuales se está viviendo por primera vez y el desconocimiento crea ansiedad. Cuando una persona es diagnosticada se manifiesta una reacción de duelo o pérdida y eso puede causar depresión. La persona se está enfrentando a una enfermedad que en la mayoría de los casos era desconocida por la persona, que normalmente ocurre en una edad joven adulta, en donde se está en pleno desarrollo profesional y en planes personales de vida que en la mayoría de los casos se interrumpirán. La estabilidad y seguridad de la calidad de vida se verán seriamente comprometidas y hasta afectarse las vidas de quien padece la enfermedad por los cambios y ajustes que podrían afrontar a consecuencia de su sintomatología y su diagnóstico. La discapacidad que puede traer consigo la condición será motivo suficiente para sentirse ansioso y sumamente deprimido porque se llega a la realización a menos de la mitad de la vida que uno está ante una enfermedad para la cual todavía no existe cura.
Ocuparse del estado emocional es tan fundamental como cuidarse los síntomas físicos de la enfermedad. La salud mental y la salud física tienen igual importancia, ambas deben ser atendidas adecuadamente. Buscar ayuda profesional siempre debe ser una opción porque nos proporciona destrezas y herramientas saludables para carear mejor la discapacidad y el curso de la enfermedad. Las personas que deciden buscar apoyo, se ayudan a sí mismas para hacer frente a los cambios y retos que trae consigo la enfermedad. Continuemos construyendo puentes saludables de comunicación para desarrollar mentes solidarias con la comunidad de esclerosis múltiple para sus cuidados mentales y emocionales, tenemos que seguir normalizando la salud mental en las personas que tienen enfermedades crónicas y autoinmunes.
Los invito a vivir un día a la vez.